- El cubrebocas se ha convertido en un elemento indispensable en la nueva normalidad; ¿cómo cuidar nuestro rostro tras su constante uso?.
- Las imperfecciones, el exceso de grasa facial y la irritación son más comunes tras el uso del cubrebocas, pero con una buena rutina de skin care, estas disminuirán.
El cubrebocas se ha convertido en una extensión de nosotros y ahora que llega el mes patrio, muchos han optado por elegir diseños que demuestren el orgullo de ser mexicanos adaptándonos a la nueva normalidad sin dejar atrás la celebración nacional. Sin embargo, el uso constante del cubrebocas nos ha llevado a cuidar más de nuestro rostro, ya que este genera el aumento del sebo facial, la aparición de imperfecciones e incluso irritación.
Aún no sabemos cuándo podamos dejar de portarlo, por lo que es indispensable tener en cuenta una serie de puntos que, además de cuidar tu piel, te ayudarán a estar cómodo.
- Utiliza cubrebocas de algodón o fibras naturales.
En estos días donde se recomienda portar un cubrebocas para evitar la propagación del COVID-19, uno de los retos más grandes a los que nos hemos enfrentado es en elegir o encontrar el adecuado. Para ello, debemos estar seguros de que la tela de nuestro cubrebocas sea lo suficientemente denso para captar las partículas virales y que al mismo tiempo ayude a que nuestra piel transpire.
La Organización Mundial de la Salud y el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) han declarado que uno de los materiales más recomendados para el cubrebocas es el algodón, basta con poner la tela a contraluz y checar que no se filtre la luz a través de ella para tenerlo como una excelente opción, esto para que el uso de mascarillas médicas/quirúrgicas sean priorizadas para el personal de salud que se encuentra en las primeras filas contra el virus desde los hospitales.
Para que tu cubrebocas de algodón sea funcional, necesitas colocar un filtro entre dos capas de tela o bien, conseguir alguno que sea bicapa o tricapa. Según un estudio realizado por el Instituto Wake Forest de Medicina Regenerativa en Winston-Salem, Carolina del Norte, la mejor tela para hacer cubrebocas caseros es la de los edredones, ya que suelen usar algodón de alta calidad y alta densidad.
- Para lavar tu cubrebocas utiliza shampoo
Uno de los mejores consejos de limpieza durante la pandemia para sanitizar nuestras manos ha sido el uso del agua y el jabón; sin embargo, cuando hablamos del rostro, es importante tener en cuenta que existen jabones o detergentes que pueden alterar nuestro pH normal y causarnos irritación, especialmente cuando nuestra piel tiene un exceso de sebo por el uso continuo del cubrebocas, por lo que se recomienda utilizar un shampoo facial que tenga ingredientes naturales como el de ASH Natural, que ayudará a que tu piel no se irrite y evite el exceso de grasa, gracias a que está formulado con Tea Tree Oil, ingrediente antibacterial de origen natural que remueve las impurezas de la piel a profundidad dejándola limpia y fresca. Su uso continuo ayuda a minimizar los poros abiertos logrando afinar los mismos. Elimina el exceso de grasa sin secar la piel de forma excesiva y reduce el brillo facial notablemente.
- Descansa del maquillaje.
La piel tiene la capacidad para seleccionar las sustancias que atraviesan sus capas (epidermis, dermis, hipodermis). A esto se le denomina «Grados de Permeabilidad Cutánea». Para cuidar aún más tu piel, evita el uso del maquillaje en tu rostro o al menos en la zona del cubrebocas, ya que al utilizarlo, bloqueas mucho más la permeabilidad de tu rostro ocasionando que los poros se tapen y aumentes la posibilidad de que aparezcan brotes.
- Añade el uso de loción y suero dos veces al día.
Debido a que todo el día traemos el cubrebocas puesto, es indispensable aumentar el cuidado de nuestro rostro a lo largo del día. Es importante que una vez que estés en casa te laves el rostro con shampoo facial y retomes la doble limpieza coreana añadiendo a tu rutina una loción facial que sea fresca, ligera, libre de aceites, que limpie a profundidad y remueva suavemente las impurezas de la piel.
Tras haberle dado esta doble limpieza a tu rostro, es momento de que lo hidrates con un suero, ligero, libre de aceites y que haya sido desarrollado especialmente para cutis propensos al exceso de grasa como el de ASH Natural, el cual hidrata y restaura la luminosidad de tu piel evitando la obstrucción de los poros, combatiendo puntos blancos, espinillas y brotes en general.
Con estos consejos notarás una mejoría importante, bastan unos pequeños cambios en tu día a día para cuidarte, cuidar a los tuyos y cuidar a tu piel.