En el marco del Día Mundial del Chocolate, que se celebra el 7 de julio, y aprovechando el furor que vive Dubái como nuevo destino chocolatero, Emirates compartió una cifra que deja claro que volar con estilo también incluye satisfacer el antojo: en el último año, sus pasajeros se devoraron nada menos que 60 millones de piezas de chocolate gourmet durante sus vuelos. Esto representa 2 millones más que el año anterior.
Como parte de su experiencia “Fly Better”, la aerolínea sirve chocolates artesanales en todas las clases, como parte del servicio de alimentos a bordo que llega a 140 destinos en todo el mundo. En ese periodo, quienes viajaron en clase Económica disfrutaron de 36.6 millones de chocolates, mientras que los pasajeros de la nueva clase Premium Economy consumieron 1.06 millones. En clase Business se sirvieron 9.1 millones, y en Primera Clase —donde hay chocolates ilimitados y los viajeros pueden llevarse sus favoritos a casa—, se entregaron 122 mil cajas grandes de chocolate gourmet, equivalentes a 13.4 millones de piezas individuales.
Chocolatería de alto nivel, a 10 mil metros de altura
Para mantener sorprendidos incluso a los pasajeros frecuentes, Emirates renueva su selección de chocolates cada seis meses y colabora con reconocidos maestros chocolateros de todo el mundo. Actualmente, en sus vuelos se sirven marcas como Coco Jalila de Emiratos Árabes Unidos, Valrhona de Francia, y las belgas Canonica y Neuhaus. La curaduría no es al azar: se eligen chocolates oscuros, con leche o blancos, en forma de bombones, trufas o pralinés, con rellenos que van desde ganache cremoso hasta frutas ácidas. También se considera el sabor, la textura, el prestigio de la marca, las tendencias del momento y, por supuesto, que los ingredientes se obtengan de forma sostenible.
Postres con chocolate para todos los gustos
Además de los bombones, los menús de Emirates incluyen una amplia variedad de postres chocolatosos. En Primera Clase se sirven delicias como pastel de mousse de pistache y chocolate con praliné, fondant tibio de chocolate con coulis de frambuesa y crema de mascarpone, o una tarta vegana de chocolate con compota de chabacano y quenelle de vainilla.
En Business Class, los pasajeros pueden elegir entre una tarta vegana de chocolate y aguacate, un domo cremoso de plátano, mango y chocolate con leche, o una rebanada de marquise de moka con chocolate, bañada en caramelo salado.
En Premium Economy, hay pastel de mousse de chocolate con centro de maracuyá y salsa de fresa, mientras que, en clase Económica, el postre clásico es una rica mousse de chocolate con crema inglesa.
En vuelos largos, también se reparten barras de chocolate en las charolas de snacks y, en temporadas festivas, se obsequian paletas de chocolate a los niños. En su canastilla de regalos, los pasajeros de Primera Clase reciben chocolate amargo 85% de Lindt. Y en el lounge a bordo del A380, se ofrecen dulces veganos y no veganos como mini pastelitos de chocolate, M&Ms y pastel de chocolate.
Experiencia chocolatera también en tierra: Emirates Lounges en Dubái
Las salas VIP de Emirates en Dubái también se suman al homenaje al chocolate. Ahí se puede disfrutar desde helado artesanal de chocolate, preparado por la aerolínea, hasta chocolate caliente de Costa Coffee y postres diseñados por chefs de Emirates.
En el lounge de Primera Clase se sirven postres como el famoso pastel Sacher (un clásico austriaco de chocolate con mermelada de chabacano), kunafa de pistache y chocolate, pastel Marveille con mousse de chocolate, merengue crujiente y praliné de avellana con flor de sal, o una ganache de chocolate blanco con fresa y flor de jamaica.
En el lounge de Business Class, los viajeros pueden probar un chou de chocolate, con crema pastelera de chocolate y glaseado brillante, o un pastel de avellana crujiente con mousse, praliné y bizcocho de avellana. También hay opciones veganas, como el brownie de chocolate vegano, denso, chocolatoso y preparado con chispas sin lácteos.
Consulta el menú en tu próximo vuelo con Emirates.
Si vuelas pronto con Emirates, no olvides revisar el menú a bordo. Tal vez encuentres un nuevo chocolate favorito… a 10 mil metros del suelo.

