Vivimos en un mundo hiperconectado, en constante movimiento y evolución. En este contexto, el descanso se ha reconocido científicamente como una necesidad esencial y no negociable para preservar la salud física, mental y emocional. Sin embargo, a menudo lo confundimos con el simple acto de dormir.
El descanso, en realidad, es un estado en el cual el cuerpo y la mente se recuperan de actividades físicas, cognitivas o emocionales, permitiendo la restauración del equilibrio interno y el mantenimiento del bienestar. La Dra. Saundra Dalton-Smith, médica e investigadora, propuso un modelo basado en siete tipos de descanso, que abordan diferentes necesidades humanas.
- Descanso Físico
Este es el más conocido y se refiere a la recuperación del cuerpo tras el esfuerzo. Incluye el sueño nocturno, siestas breves, estiramientos y actividades como yoga o masajes. Por ejemplo, una persona que entrena en el gimnasio necesita dormir adecuadamente y tomar pausas para que sus músculos se regeneren.
- Descanso Mental
Implica aliviar la mente de pensamientos constantes, cálculos, planificación y estimulación cognitiva continua. Un ejemplo es un programador que toma pequeñas pausas sin pantallas durante el día para relajar su mente y evitar la fatiga mental.
- Descanso Sensorial
Vivimos rodeados de luces artificiales, ruidos, pantallas y múltiples estímulos. Este descanso consiste en desconectarse de estos factores para permitir la recuperación del sistema nervioso. Podemos lograrlo, tras una jornada larga frente a la computadora, apagando todos los dispositivos, atenuando la luz y sentándonos en silencio.
- Descanso Creativo
Esta virtud se agota. Este tipo de descanso permite recargar la inspiración mediante la contemplación de belleza natural o artística, lo que nos ayuda a despejarnos e inspirarnos.
- Descanso Emocional
Consiste en permitirnos ser auténticos, expresar nuestras emociones y liberar tensiones internas.
- Descanso Social
Implica rodearse de personas que no exijan esfuerzo emocional o mental, que aporten energía en lugar de drenarla, y sentirse aceptado sin juicio en ambientes relajados.
- Descanso Espiritual
No necesariamente es religioso, sino que implica encontrar propósito y conexión con algo más grande que uno mismo. Por ejemplo, meditar, rezar o participar en actividades altruistas que den sentido a nuestra vida.
Así, el concepto de descanso se redefine y se sigue explorando y estudiando en la era moderna. Su personalización será la clave: entender qué tipo de descanso necesita cada individuo y cuándo lo necesita es fundamental para una vida saludable y sostenible.


