Cuando pensamos en el acné, es fácil asociarlo con piel grasa. Sin embargo, la piel seca también puede sufrir de brotes, lo que complica aún más la rutina de cuidado. Mantener el equilibrio entre hidratar la piel y tratar el acné puede parecer un desafío, pero con la rutina de skin care adecuada, es posible alcanzar una piel más suave, saludable y libre de imperfecciones.
La piel seca, al carecer de suficiente humedad, puede producir un exceso de sebo en un intento de compensar la falta de hidratación. Este exceso de sebo puede obstruir los poros, resultando en brotes de acné. Por lo cual, para este tipo de pieles es fundamental elegir productos que no solo traten las imperfecciones, sino que también nutran e hidraten la piel.
Paso 1: Exfoliación ligera
Uno de los mitos más comunes es que la piel seca no necesita exfoliación. La realidad es que las células muertas acumuladas en la superficie de la piel pueden obstruir los poros y agravar el acné. Sin embargo, es importante optar por un exfoliante suave que no irrite la piel ni elimine sus aceites naturales. La marca Clearasil cuenta con un limpiador exfoliante 5 en 1, con ácido salicílico, el cual, al igual que los ingredientes con extractos naturales son ideales para eliminar impurezas sin resecar aún más la piel. Este tipo de fórmula trabaja para afinar la textura de la piel y reducir la aparición de brotes.
Paso 2: Hidratación profunda
Después de la limpieza y exfoliación, el siguiente paso crucial es restaurar la humedad perdida. Las pieles secas necesitan una crema hidratante que no solo actúe en la superficie, sino que penetre profundamente para reponer la barrera protectora de la piel. Aquí es donde entra en juego una crema específica para pieles con tendencia al acné pero que también necesita un toque nutritivo. Te recomendamos aquellas con ingredientes como el ácido hialurónico o ceramidas, son ideales para hidratar profundamente sin obstruir los poros.
Paso 3: Tratamiento puntual para el acné
Las pieles secas tienden a ser más sensibles, por lo que el uso de tratamientos agresivos contra el acné puede empeorar su condición. Los parches para barros o comedones, son una excelente alternativa para tratar los brotes localizados sin irritar el resto del rostro. Una gran opción son las Rapid Rescue Treatment Pads, ya que al ser de acción rápida, ayudan a eliminar el acné sin llegar a dañar la barrera de la piel y pueden utilizarse donde sea, ya que además de contar con práctico empaque no se tienen que enjuagar.
Paso 4: Protección solar todo el año
Aunque el acné y la piel seca requieren cuidados específicos, un paso que nunca debe faltar en ninguna rutina de skincare es la protección solar. Los tratamientos para el acné suelen aumentar la sensibilidad al sol, y la piel seca es propensa a dañarse más fácilmente con la exposición solar. Por ello, es crucial optar por un protector solar ligero y no comedogénico que proteja sin agregar pesadez a la piel.
Cuidar de la piel seca con tendencia al acné no tiene por qué ser complicado. Con los productos adecuados y una rutina consistente, es posible mantener un rostro equilibrado, hidratado y libre de brotes.
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