- 8 de cada 10 adolescentes desarrollan brotes que afectan su autoestima y la forma en la que se relacionan con los demás.
- El no saber cómo cuidar estos brotes pueden dejar cicatrices de por vida causando daño emocional.
La OMS define la adolescencia como el periodo de crecimiento y desarrollo humano que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, esto ocurre entre los 10 y los 19 años y se considera como una de las etapas de transición más importantes que experimentamos como humanos.
Esta etapa también conocida como pubertad, se caracteriza por un ritmo acelerado de crecimiento y de cambios y dentro de estos cambios se encuentra la aparición de imperfecciones; las cuales, de no tener los cuidados apropiados, pueden dejar cicatrices de por vida.
La aparición de brotes en los adolescentes está relacionada con cambios hormonales, éstos suelen aparecer en cara, cuello, hombros, pecho y espalda; zonas con mayor acumulación de glándulas sebáceas. Las glándulas sebáceas son las encargadas de producir sebo para lubricar la piel y el cabello; y conforme maduramos, las hormonas pueden hacer que estas glándulas tengan una sobreproducción de sebo, obstruyendo los poros y generando infecciones que, de no tratarse a tiempo, se pueden convertir en un problema mayor. Afortunadamente para muchos, esa situación se supera después de la pubertad.
“El proceso adolescente se define como una serie de transformaciones psicológicas que lo hacen difícil y abrumante, si a esto se le suman características físicas que pueden llegar a afectar el autoestima del adolescente, nos enfrentamos con un desarrollo psíquico más complicado y pesado que el normal”, comentó la psicoterapeuta de niños y adolescentes, Regina Gutiérrez.
¿Cuáles son las principales imperfecciones que aparecen en la adolescencia?
Punto blanco: es aquella protuberancia que se genera cuando el poro se obstruye y sobresale en la superficie de la piel.
Espinilla o punto negro: aparece cuando el poro se obstruye, pero permanece abierto y la capa superior del poro se oscurece.
Granos rojos: estos aparecen cuando el poro se abre y el sebo, las bacterias y las células muertas de la piel generen una infección bajo la piel, muchas veces aparece pus en la punta del poro como parte de la reacción del cuerpo ante la infección bacteriana.
¿Cuáles son los primeros pasos para cuidar tu piel? Ailín Salcedo, cofundadora de ASH Natural, trae para ti algunos consejos:
Evita tocar, pellizcar, exprimir cualquier imperfección, esto puede aumentar la infección en tu piel e incluso generar cicatrices de por vida.
Desarrolla una rutina de limpieza que te ayude a equilibrar la grasa en tu rostro comenzando por shampoo facial, loción facial, suero hidratante, mascarilla détox y exfoliante. Es importante que utilices productos adecuados como la línea de ASH Natural que cuenta con una rutina de 6 pasos especialmente para piel grasa.
Limpia tu rostro al despertar y antes de dormir, de esta manera le darás una ayuda extra a tu piel para mantener la grasa equilibrada. El acné no desaparece de un día para otro. Para que tu rutina sea eficaz, debes tener paciencia y ser constante.
Si notas que tu problema de imperfecciones es severo, lo más recomendable es acudir con un dermatólogo que te pueda recetar medicamentos específicos para prevenir la formación de granos y antibióticos que eliminen a las bacterias de la piel.
Con estos consejos te será mucho más fácil guiar a los adolescentes en el cuidado de su piel y sobre todo, incentivarlos a desarrollar una rutina skin care que atesoren por el resto de su vida; ya que de ella depende cómo madure su piel. Recuerda que para muchos adolescentes la aparición de granitos puede afectar su autoestima, esta situación es pasajera; acompáñalos en el proceso, anímalos a cumplir con todas las recomendaciones y apóyalos con líneas especializadas como Ash Natural.