Cuando pensamos en entrenamiento para nuestros animales de compañía, generalmente lo asociamos a redirigir conductas negativas asociadas al estrés, la depresión, la ansiedad u otras condiciones de nuestros peludos. Pero ¿qué pensarías si te dijéramos que ellos son en verdad los héroes de la historia?

Está comprobado que los beneficios de tener un perro son innumerables. Además de ser una excelente compañía, múltiples estudios han demostrado que los niveles de ansiedad disminuyen para quienes tienen un perro, su presencia impacta también en la salud física, pues las caminatas o carreras a su lado se vuelven un pretexto excepcional para ejercitarse y mantenerse en forma; a estos se suman un sin número de factores positivos, y por si esto fuera poco algunos de ellos pueden volverse tus ojos, tus oídos y hasta tu salvavidas.

Seguramente alguna vez has oído de los perros guía o los perros de asistencia, pero ¿sabes qué es un perro de asistencia? Es aquel que está entrenado desde cachorro para ayudar a personas con discapacidad o discapacidades múltiples, incluso en grado severo.

Las primeras asociaciones de perros de asistencia del mundo surgieron a principio de los años 30. Aunque este concepto estuvo precedido por los perros guía, que dan apoyo a las personas ciegas, los resultados fueron tan evidentes que la participación de los canes se extendió a otras terapias de soporte. De acuerdo con el INEGI 7.7 millones de mexicanos tienen algún tipo de discapacidad, esto se traduce en dificultades de movilidad, comunicación y evidentemente impacta la calidad de vida y la salud de muchas personas.

Y es que su curiosidad y amor llega tan lejos que los canes son capaces de llevar a cabo tareas específicas de acuerdo con los hábitos y necesidades de su dueño. Las cinco categorías básicas son:

Perros de asistencia para movilidad limitada: Ayudan a personas con discapacidad motriz convirtiéndose en sus brazos o piernas. Su objetivo es brindar independencia para la realización de actividades cotidianas en cualquier entorno o contexto, ya sea fungiendo como vínculo de comunicación o eliminando y/o evitando obstáculos para la movilidad.

Perros guía: Asisten a personas con discapacidad visual convirtiéndose en sus ojos. Los peludos tienen una sensibilidad tan desarrollada, que son capaces de guiar a sus humanos, incluso en situaciones de estrés. Al tener una discapacidad visual, el día a día representa un reto y contar con un asistente de 4 patas puede hacer la diferencia entre un día difícil y un día emocionante.

Perros asistentes para autismo y Trastornos del Espectro Autista (TEA): Ayudan a niños y jóvenes con autismo o asperger conectándolos con el mundo y brindándoles contención ante una crisis de ansiedad.

Perros de alerta médica: Están programados para identificar posibles crisis en personas diabéticas, crisis convulsivas, diabetes enfermedad de Lyme o epilepsia. El can puede avisar con tiempo de anticipación en caso de que sea necesario tomar acción frente hipoglucemia, hiperglucemias o crisis de ausencia, por medio de sus ladridos, activando algún dispositivo o acercando los medicamentos que sea necesario administrar en el momento.

Perros de señal o alarma: Su entrenamiento está orientado a servir a personas sordas, de manera que utilizan señales físicas visibles para advertir sobre estímulos sonoros cotidianos y su procedencia. Por ejemplo, el timbre de la puerta, el claxon de un auto, o una alarma sísmica. Como el entrenamiento es personalizado, básicamente, el paciente y el cachorro desarrollan un lenguaje único, esto además de favorecer la comunicación, disminuye la incertidumbre y reduce el aislamiento ante el que se enfrenta generalmente las personas con discapacidad.

Las razas más apropiadas para estas tareas suelen ser Labrador Retriever, Golden Retriever y el Pastor Alemán, por su tamaño y características. La selección de los candidatos también contempla su temperamento y carácter; una vez iniciada su formación, su nutrición es fundamental en esta etapa por el desgaste mental y físico de sus entrenamientos, por esa razón es importante considerar un alimento que les brinde todos los nutrientes necesarios, además de darles una continuidad cuando ya están en servicio y lleven una vida relativamente con poca actividad física pero mucho trabajo mental para estar concentrados, una opción que responde a sus necesidades puede ser la gama de productos de Royal Canin® con alternativas para un cuidado preventivo de la salud de estos perros.

En México, existen pocas organizaciones con certificaciones a nivel internación, la Fundación Owen I.A.P es una de ellas y además es pionera en entrenamiento para perros de asistencia. Esta institución resalta porque además de ofrecer el entrenamiento ha considerado un plan integral desde la inauguración de una Clínica de NeuroRehabilitación Canina llamada Owen Care, en donde se procura las necesidades físicas y de cuidado de los perros en servicio y todos aquellos que lo requieran, así como capacitación a futuros entrenadores.

Si consideras que esto es poco, recientemente lanzó un programa para crear un albergue temporal que busca reinsertar a perritos en situación de calle con un entrenamiento básico que les permita tener una segunda oportunidad con una familia.

Como puedes ver, hay muchas cosas que un perro puede hacer y aprender, pero ellos siempre serán maestros para enseñarte a recibir y dar más amor.

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