El Día de las Madres es una pausa en el calendario para devolver, aunque sea un poco, todo lo que las madres dan sin pedir. Es una fecha para detenerse, mirar con cariño y celebrar con lo mejor que se tiene: tiempo, atención y buena comida. En distintas regiones del país, hay cocinas que este 10 de mayo se convierten en escenarios perfectos para homenajearlas con platillos que las hagan sonreír y sentirse vistas.En el corazón del Centro Histórico, el Zócalo se convierte en un altar para las madres que aman lo elegante sin solemnidad. Balcón del Zócalo, bajo la visión del chef Pepe Salinas, presenta un brunch especial que abraza la tradición mexicana con ingredientes de temporada y un aire contemporáneo. Desde el pan artesanal hasta los platos con mariscos, cada elemento fue pensado para reconfortar, emocionar y sorprender. Aquí, las madres son celebradas como inspiración. |
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En San Cristóbal de las Casas, la cocina se vuelve un canto a las raíces. Tarumba es el espacio donde el chef Jorge Gordillo reconstruye el pasado culinario de Chiapas con orgullo y técnica. Este Día de las Madres, su propuesta está escrita en el gesto de llevar a la mesa recetas heredadas, productos locales y preparaciones que saben a hogar y a dignidad. Es el lugar perfecto para agradecer a las madres que enseñan con el ejemplo y que resguardan la memoria familiar en sus manos. |
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En la Roma, Barolo propone un festejo entre vino, acentos italianos y cocina refinada. El restaurante italo-mediterráneo del chef Rafael Prado es un rincón elegante y acogedor para celebrar a mamá con pastas frescas, risottos intensos, mariscos bien tratados y una cava que invita al brindis. Con música suave y un servicio impecable, este espacio en la colonia Roma convierte el almuerzo o la cena en una experiencia completa, pensada para madres que disfrutan del detalle y el sabor europeo en un ambiente moderno y relajado. |
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Entre viñedos y colinas, Emat ofrece una comida de autor en el Valle de Guadalupe que mira al mar y a la tierra. El chef Eduardo Salgado cocina con la calma de quien confía en los ingredientes que lo rodean. Este 10 de mayo, madres y familias pueden dejarse llevar por la experiencia de sabores limpios, mariscos frescos, fermentos caseros y detalles sutiles que solo se descubren si se come despacio. Una comida en Emat es un regalo para madres que aprecian lo cuidado, lo estético y lo bien hecho. |
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En la Ciudad de México, Columba es ese refugio donde las cosas buenas suceden sin complicaciones. Un restaurante en la Roma que propone buffets honestos, completos y accesibles. Este Día de las Madres, la calidez del lugar y la abundancia de platillos bien hechos (desde lasañas, pizzas y sandwiches, hasta postres y vinos) lo convierten en el sitio ideal para las familias que prefieren celebrar con sencillez, sabor y mucho cariño. |
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Artesanos, también en la capital, es un tributo silencioso a los ingredientes de México. El chef Daniel Marroquín cocina con manos sabias y mirada introspectiva. Aunque no hay un menú exclusivo para esta fecha, comer en Artesanos siempre es una forma de celebrar lo que perdura. Es el sitio ideal para aquellas madres que encuentran placer en lo auténtico, en los detalles invisibles y en los sabores que conectan con la tierra. Perfecto para un desayuno largo, un buen pan artesanal o un postre con café, este lugar es una joya tranquila para comenzar el día celebrando. |
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Cada uno de estos espacios ofrece una forma diferente de celebrar a mamá: con sofisticación, con raíces, con frescura, con calidez o con profundidad. El común denominador es el respeto por los ingredientes, la atención a los detalles y el deseo de que cada madre se sienta querida. Porque no hay mejor forma de agradecer que sentarse a la mesa y compartir. |
Sabores que agradecen: seis restaurantes para celebrar a mamá con el corazón y el paladar
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DISTRITO MAGAZINE