Como seres humanos, desde nuestro nacimiento, tenemos de forma inherente el deseo de explorar todo aquello que nos rodea: conquistar los mares, subir las cumbres más altas del planeta, alcanzar la luna, construir aviones supersónicos y llegar al punto más profundo de la tierra. Esta última hazaña, realizada el 23 de enero de 1960, por el oceanógrafo Jacques Piccard y el teniente de la Marina de los Estados Unidos, Don Walsh, (quienes llegaron al fondo de la Fosa de las Mariana) es un acontecimiento que marca un hito en la historia de la relojería, pues fue la presencia de cronógrafos Longines en la expedición la que dio paso a la popularidad de los relojes de buceo.
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