DÍA INTERNACIONAL DEL TEMPRANILLO
Cada año, el segundo jueves de noviembre, se celebra el Día Internacional de la uva Tempranillo.
La uva Tempranillo recibe su particular nombre por su madurez temprana, anticipada por varias semanas a la del resto de las demás variedades. Es una uva que requiere recibir bastante exposición solar para generar el característico color de su piel, cuya adecuada pigmentación determina el color del vino. Aunque abundante, el sol no debe ser excesivo pues dañaría su concentración de azúcar, alterando el nivel de alcohol, y una pérdida de acidez del vino, haciendo un vino con menos personalidad.
Con la uva Tempranillo se producen vinos que hacen bien la tarea para la cual fueron creados, que es gustar a los paladares, y por supuesto, dar mucho de qué hablar. El sabor y la importancia de la uva Tempranillo es tan único y particular, que existen copas diseñadas para resaltar las cualidades aromáticas y voluptuosas de la uva. Sin duda alguna una de las variedades más familiares al paladar mexicano.
¡Disfruta y Celebra el Día del Tempranillo, con un vino Rioja!
Tempranillo Tinta
Considerada autóctona de Rioja, es la variedad más característica de esta Denominación, fundamento de la identidad de sus vinos tintos y una de las grandes variedades nobles del mundo. Ocupa más del 75% de la superficie de cultivo y es enológicamente muy versátil, capaz de producir vinos con largo envejecimiento, muy equilibrados en grado de alcohólico, color y acidez, y con un paladar franco, suave y afrutado, que evoluciona a aterciopelado cuando envejece.
Esta variedad es tan versátil que nos permite elaborar vinos tanto rosados como vinos tintos jóvenes, hasta tintos de guarda. Esta variedad es perfecta para descubrir todos los contrastes de los vinos de Rioja. Tras una larga crianza, pueden desarrollar reflejos a vainilla, coco, cacao o regaliz. En vinos jóvenes con maceración carbónica encontramos matices de frutas rojas y golosinas de fresa. Es una variedad muy sensible a plagas y enfermedades y poco resistente a la sequía y a temperaturas altas.
Tempranillo Blanco
Esta variedad procede de una mutación genética natural a partir de un sólo sarmiento de una cepa de Tempranillo Tinto, localizada en 1988 en un viñedo viejo de Murillo del Río Leza (La Rioja). La acidez total se mantiene elevada, destacando en el alto contenido en ácido málico. Sus vinos presentan una concentración elevada en compuestos volátiles con aromas afrutados.
De color amarillo verdoso, el aroma se describe como varietal característico, afrutado intenso a plátano, cítricos y frutas tropicales, con ligeras notas a flores. Su paladar es equilibrado, con estructura y persistencia media-larga. No existe en ningún otro lugar del mundo.